La crónica dirá que Independiente le ganó a Gimnasia de Jujuy por 1 a 0, con gol de Vidal, y que aunque no le sobró demasiado, la victoria fue justa.
Sería acaso, uno de esos tantos partidos casi intrascendentes en la historia del club, de los que nadie se acordaría salvo que -por ejemplo aquel contra el mismo rival jujeño que terminó siendo el último partido que se jugó en la vieja Doble Visera- se señale como un partido que marque algo importante.
Asumiendo que el contexto nos marca que vivimos y sufrimos un presente nunca imaginado, hay que decir que este partido frente al “lobo jujeño” también nos señala algo importante, y es que por primera vez podemos decir que Independiente está peleando por los puestos de ascenso. Sí, Independiente se acercó más que nunca a los que por ahora están en los puestos de ascenso, aunque nos cueste creerlo. Aunque nos duela asumirlo.
Lo cierto es que con lo que hay (plantel mal conformado e incorporaciones que no fueron refuerzos) el entrenador le va dando forma al equipo que tiene la responsabilidad de devolver a Independiente al lugar que le corresponde.
El partido se ganó bien, ante un rival que solo inquietó una vez a Rodríguez, producto –una vez más- de una desatención defensiva que el arquero conjuró de manera acertada, para tapar lo que pudo ser el empate de un rival que no es de los mejores de la categoría.
Para destacar la levantada en el rendimiento de Julián Velázquez, el buen rendimiento (sobre todo en el primer tiempo) del resistido Gabriel Vallés y la apuesta del técnico por Marcelo Vidal, que más allá del gol, tuvo una actuación que inevitablemente nos llevó a recordar que en ese puesto Cantero trajo a Razzotti y Alderete…
No fue el partido de Montenegro, Parra tuvo la entrega de siempre, Pisano alternó buenas y malas, y es allí entonces donde debemos buscar la respuesta cuando nos preguntamos por qué Independiente no generó jugadas de peligro, más allá de remate de Miranda que pegó en el travesaño y algún remate de media distancia de Rolfi.
Hubo orden, con rendimientos parejos y resurgimientos prometedores que no hacen más que demostrarnos que hay trabajo hecho, pero también mucho por hacer.
Falta generar más y concretar. Falta ajustar clavijas defensivas para no poner en riesgo cada victoria que se va consiguiendo. Falta demasiado, pero si elegimos mirar la parte medio llena del vaso, reconoceremos que se lograron mejoras importantes desde la llegada de Omar De Felippe y la línea de los de arriba está ahora más cerca que nunca. Es lo que hay, el crédito está abierto y el camino que resta es todavía demasiado largo.
Sería acaso, uno de esos tantos partidos casi intrascendentes en la historia del club, de los que nadie se acordaría salvo que -por ejemplo aquel contra el mismo rival jujeño que terminó siendo el último partido que se jugó en la vieja Doble Visera- se señale como un partido que marque algo importante.
Asumiendo que el contexto nos marca que vivimos y sufrimos un presente nunca imaginado, hay que decir que este partido frente al “lobo jujeño” también nos señala algo importante, y es que por primera vez podemos decir que Independiente está peleando por los puestos de ascenso. Sí, Independiente se acercó más que nunca a los que por ahora están en los puestos de ascenso, aunque nos cueste creerlo. Aunque nos duela asumirlo.
Lo cierto es que con lo que hay (plantel mal conformado e incorporaciones que no fueron refuerzos) el entrenador le va dando forma al equipo que tiene la responsabilidad de devolver a Independiente al lugar que le corresponde.
El partido se ganó bien, ante un rival que solo inquietó una vez a Rodríguez, producto –una vez más- de una desatención defensiva que el arquero conjuró de manera acertada, para tapar lo que pudo ser el empate de un rival que no es de los mejores de la categoría.
Para destacar la levantada en el rendimiento de Julián Velázquez, el buen rendimiento (sobre todo en el primer tiempo) del resistido Gabriel Vallés y la apuesta del técnico por Marcelo Vidal, que más allá del gol, tuvo una actuación que inevitablemente nos llevó a recordar que en ese puesto Cantero trajo a Razzotti y Alderete…
No fue el partido de Montenegro, Parra tuvo la entrega de siempre, Pisano alternó buenas y malas, y es allí entonces donde debemos buscar la respuesta cuando nos preguntamos por qué Independiente no generó jugadas de peligro, más allá de remate de Miranda que pegó en el travesaño y algún remate de media distancia de Rolfi.
Hubo orden, con rendimientos parejos y resurgimientos prometedores que no hacen más que demostrarnos que hay trabajo hecho, pero también mucho por hacer.
Falta generar más y concretar. Falta ajustar clavijas defensivas para no poner en riesgo cada victoria que se va consiguiendo. Falta demasiado, pero si elegimos mirar la parte medio llena del vaso, reconoceremos que se lograron mejoras importantes desde la llegada de Omar De Felippe y la línea de los de arriba está ahora más cerca que nunca. Es lo que hay, el crédito está abierto y el camino que resta es todavía demasiado largo.
Diego Rodríguez: 6
Gabriel Vallés: 7
Cristian Tula:6
Julián Velázquez: 7
Lucas Villalba: 6
Leonel Miranda: 6
Marcelo Vidal: 7
Federico Mancuello: 5
Matías Pisano: 6
Daniel Montenegro: 5
Facundo Parra: 5
Reinaldo Alderete: 5
Francisco Pizzini: 5
Sebastián Penco: --
Jorge Godoy
Periodista
Radio Nacional Bs.As.
Periodista
Radio Nacional Bs.As.
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