Se hizo la luz para el equipo de Cristian Díaz. A la carencia futbolística vivida en Rosario, donde no pateó al arco y sufrió más de la cuenta, se contrapuso el segundo tiempo realizado ante Vélez donde mereció terminar como vencedor. Hay vida después del apagón, hay material que deja la puerta abierta a la ilusión y que le puso color a un arranque gris.
Fue más que un destello. Porque no se dieron jugadas aisladas donde Paulo Rosales, Jonathan Santana, Luciano Leguizamón y Ernesto Farías coincidieron. Fueron muchas y solo restó puntería y fortuna. Porque el bloque defensivo se ensambló mejor, porque Morel va a ser líder dentro y fuera de la cancha, porque la gente terminó empujando conocedora de que tiene con qué batallar y en breve gritar por un título y no putear por el promedio.
El clásico está a la vuelta de la esquina. Un partido que será trascendental por todo lo que encierra y porque si se consiguen los tres puntos se comenzará a hablar de un Independiente protagonista, los jugadores se blindarán de un ánimo a prueba de balas y Cristian Díaz podrá trabajar tranquilo. Si bien a la vista está la mejoría nadie desconoce que el equipo hace nueve fechas que no gana y que si no revierte todo lo volcado en estas líneas se volverá en contra del entrenador. Pero todo el mundo sabe que mientras haya luz, hay esperanza.
La mejoría que evidenció Independiente ante Vélez invita a soñar en un buen resultado en el clásico y en pensar en la lucha del torneo más que en el promedio.Fue más que un destello. Porque no se dieron jugadas aisladas donde Paulo Rosales, Jonathan Santana, Luciano Leguizamón y Ernesto Farías coincidieron. Fueron muchas y solo restó puntería y fortuna. Porque el bloque defensivo se ensambló mejor, porque Morel va a ser líder dentro y fuera de la cancha, porque la gente terminó empujando conocedora de que tiene con qué batallar y en breve gritar por un título y no putear por el promedio.
El clásico está a la vuelta de la esquina. Un partido que será trascendental por todo lo que encierra y porque si se consiguen los tres puntos se comenzará a hablar de un Independiente protagonista, los jugadores se blindarán de un ánimo a prueba de balas y Cristian Díaz podrá trabajar tranquilo. Si bien a la vista está la mejoría nadie desconoce que el equipo hace nueve fechas que no gana y que si no revierte todo lo volcado en estas líneas se volverá en contra del entrenador. Pero todo el mundo sabe que mientras haya luz, hay esperanza.
Por Luis Stocik ( DIARIO POPULAR )
No hay comentarios:
Publicar un comentario