Lo de Olimpo es más preocupante, porque con esta caída suma tres caídas contra un triunfo en el certamen.
La verticalidad del juego de los de Walter Perazzo generó en la etapa inicial más opciones que el fútbol de control que intenta el conjunto dirigido por Jorge Almirón.
La dinámica de Olimpo se apoya, en esta nueva temporada, en la prodigalidad del colombiano Mauricio Cuero y el 'Colorado' Leonardo Gil, junto al buen pie de Jonathan Blanco y David Vega.
Lo del "rojo", en cambio, pasa por la impronta de su técnico, que va cambiando esquemas de acuerdo con los rivales, siempre sobre la referencia de la tenencia, metros más o metros menos del arco rival.
Pero todas las intenciones necesitan, además del apoyo de los resultados, del convencimiento de los intérpretes, algo que no parece ser un bien incorporado en los jugadores de Independiente.
En cambio los de Olimpo, con una renovación parecida a la de sus rivales y también con dos derrotas previas en su haber, cuentan con la ventaja de no haber sufrido el cambio de entrenador, y eso suma a la hora de plasmar las ideas.
Por eso, apenas iniciado el segundo tiempo el colombiano Mauricio Cuero ingresó al área "roja" y fue derribado por el "Ruso" Rodríguez, lo que derivó en un tiro penal que con su natural parsimonia y efectividad convirtió Blanco.
Y el tanto puso blanco sobre negro respecto de los merecimientos de uno y otro por lo actuado en el período inicial, verificando, en la amplitud del concepto, lo registrado por ambos conjuntos en lo poco que va del torneo.
A partir de allí el local hizo valer su superioridad en el juego y pudo aumentar la diferencia para asegurarse la victoria, pero le faltó el toque final y eso dejó en el camino su chance de victoria.
Y cuando se aproximaba la media hora del período final, todo se le derrumbó al aurinegro, ya que Blanco se fue expulsado y esto, además de quebrar el andamiaje futbolístico de mitad de cancha, resquebrajó la moral del equipo y, por contrapartida, solidificó la de su rival.
Así las cosas, Independiente se animó a buscar la paridad empujado en la supremacía numérica, hasta que finalmente consiguió el objetivo a tres minutos del final por intermedio de Sebastián Penco, en su primera anotación con el "rojo" en la A.
Y cuando parecía que todo iba a quedar en eso, por enésima vez llegó al fondo Federico Mancuello y quiso poner un centro rasante que se le coló en el segundo palo a Nereo Champagne.
Iban dos minutos de descuento y la historia cambió de dueño impensadamente, justo en el partido previo al clásico con Racing en el Libertadores de América.
Fuente : Télam
No hay comentarios:
Publicar un comentario